miércoles, 2 de junio de 2010

-Reaccioné mal?
-No. Ése es el problema. Te lo tomaste demasiado bien, no es natural. Eso me hace preguntarme qué piensas en realidad.
-Siempre te digo lo que pienso de verdad.
-Lo censuras -me acusó.
-No demasiado.
-Lo suficiente para volverme loco.
-No quieres oírlo -mascullé casi en un susurro.