martes, 10 de marzo de 2009

"Me concentré con mucha antención en la música, intentando comprender las letras, desenredarlas entre el complicado golpeteo de la batería. La tercera vez que escuché el CD entero, me sabía al menos la letra de los estribillos. Me sorprendió descubrir que, después de todo, una vez que conseguí superar el ruido atronador, el grupo me gustaba. Y funcionó. Los demoledores golpes me impedían pensar que era el objetivo final del asunto."

1 comentario:

champagne-bath dijo...

Igual te quema la cabeza.